Los recuerdos suelen contarte mentiras.
Se amoldan al viento, amañan la historia;
por aquí se encogen, por allá se estiran,
se tiñen de gloria, se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque antes que nada y a pesar de todo
hay que sobrevivir.
(Gracias Gonzalo Pérez)