Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
Ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
(Gracias Gonzalo Pérez)