Este lugar se llama Naqsh-e Rustam, y es parte de un sitio arqueológico,
una necrópolis de los reyes aqueménidas en la antigua Persia.
Las enormes estructuras están talladas en la piedra de la montaña,
y guardan sepultura a monarcas aqueménidos de Persia, como Darío I,
Artejerjes I, y Darío II
(Gracias Barni)