Las primeras castañas frescas aparecen en el mercado en otoño y,
dado que se pueden conservar con facilidad, es posible encontrarlas
hasta finales de invierno.
Su mayor consumo tiene lugar durante el mes de diciembre, quizá por
tradición, principalmente en las dos semanas precedentes a las fiestas
de Navidad y Año Nuevo.
(Gracias E de la Puente)