Desde tiempos remotos la lavanda se ha utilizado para la
fabricación de lociones y perfumes.
En Provenza, sur de Francia, existen enormes plantaciones de
Lavanda para ese fin y para el deleite de los sentidos.
La planta florece en verano y la recolección de las flores para
uso medicinal se lleva a cabo entre los meses de julio y agosto.
Las flores se cosechan a mano una vez que estén abiertas,
idealmente en un día soleado y bien entrada la mañana.
(Gracias E de la Puente)