Alemania tiene una buena colección de pequeños pueblos que
parecen sacados de un cuento. Monreal, es sólo uno de ellos,
pero tal vez entre los más bonitos.
Por sus casas y fachadas entramadas, su aspecto rústico, sus
callecitas y un río que cruza la ciudad, tiene todos los
ingredientes para merecer estar en ésta colección de sitios
increíbles.
(Gracias Barni)