Mientras tú jugabas bajo el caluroso sol en las
vacaciones de verano, los árboles de las calles, los
parques y los bosques se esforzaban por mantenerte
fresco. Para alimentar a las brillantes y verdes hojas
que hacen sombra, los árboles usan la luz solar para
convertir el agua y el dióxido de carbono en azúcar.
Esto se denomina fotosíntesis.
Estamos en otoño y estos laboriosos árboles, deben
tomarse un descanso de todo ese proceso de fotosíntesis.
Cuando las hojas cambien de color, de verde a amarillo,
anaranjado brillante o rojo, sabrás que los árboles
están comenzando su larga siesta invernal.
(Gracias Tomás Dorán)