La indómita belleza de la isla de Skye es conocida desde
la época victoriana, cuando los primeros alpinistas
europeos llegaron hasta aquí para explorar sus valles
salvajes y sus montañas.
Unida a tierra firme por un larguísimo puente arqueado,
esta maravillosa isla sabrá encantaros con la variedad
de paisajes y por ser uno de los rincones de Escocia en
los que se custodia y transmite la cultura y el idioma
gaélicos.
(Gracias Barni)