El azul marino representa la noche. En la antiguedad se le
asociaba con el infinito, la inmortalidad, la realeza, lo
sagrado.
El azul claro y el azul cielo, nos hacen sentir tranquilos y
protegidos de todo el alboroto y las actividades del día;
también es aconsejable contra el insomnio.
El oscuro azul de medianoche, ejerce como un fuerte sedante
sobre la mente, permitiéndonos conectar con nuestra parte
femenina e intuitiva. Demasiado azul oscuro, puede producirnos
depresión.
(Gracias E de la Puente)