El ser humano es capaz de reír, de llorar, de saber que
morirá y de amar apasionadamente. A tal punto esa capacidad
lo define, que el amor, como la muerte, es parte de la
esencia misma de la literatura universal.
Yo quisiera quererte como antes te quería,
y sentirte, como antes, en todo consecuente...
(Gracias StellMar)