Marcia Baldwin ama los formatos grandes y el color brillante (de
allí que sus obras aparenten estar distorsionadas en su visualización).
Su verdadera pasión es la teoría del color y el diseño, buscando
con ello que sus composiciones pueden desempeñar un papel
emocional en el espectador.
(Gracias Tomás Dorán y Susana Ferrari)