Rajastán es otro mundo dentro de ese enorme e increíble país
llamado India. Posee algunas de las ciudades más atractivas y
fotogénicas del país, desiertos que parecen eternos y una
idiosincrasia propia que convierte a este Estado en algo
peculiar. La ciudad Jaipur suele utilizarse como puerta de
entrada al Rajastán y constituye uno de los primeros pasos que
suelen dar los viajeros que visitan India por primera vez. Y,
sin duda, es un buen comienzo porque Jaipur tiene un poco de
todo por lo que uno se decanta a descubrir el país. La ciudad
rosa, que de esa manera se la conoce popularmente, enamora
rincón a rincón, siempre que se supere el efecto caótico que a
algunos viajeros les agarra desprevenidos.
(Gracias E de la Puente)