Olvídate de lo que te cuenten de Cesky Krumlov porque nunca hará
justicia a lo que veas por tus propios ojos. No existen halagos,
prosa o poesía capaz de expresar la realidad de la ciudad más
bonita de República Checa. El entramado de callejuelas medievales
con vestidos renacentistas y caretas barrocas lograrán engatusarte
mucho más de lo que puedan lograr las palabras o las imágenes