Si por algo se conoce Sorrento es por su magia, por su atracción
irresistible, por la amabilidad de sus gentes, la belleza de sus
tierras y la exquisitez de sus productos. Sorrento mira al mar.
Sus calles se cuelgan de acantilados desde los que vislumbrar
la bahía de Nápoles y el imponente Vesubio. Es tierra de Sirenas,
ya que fue precisamente en esta población donde Ulises oyó y