Pasar por Kerlingarfjöll implica parar en un lugar que nada parece
poder perturbar, en mitad de las montañas y del desierto.
En mitad de la nada, te encontrarás de todo. Con un decorado de
ensueño, entre acantilados, montañas y preciosos paisajes, la
llegada a este sitio es un regalo para la vista.
(Gracias Barni)