La pintura virreinal en el cuzco.
Cusco, la antigua sede imperial del Tahuantinsuyo incaico, estuvo
destinada a ejercer durante el Virreinato un papel de primer orden
en el universo de las artes. Corazón y eje de la vida cultural,
social, eclesiástica y política del sur del Perú, durante aquellos
trescientos años de influencia ibérica plasmó en la arquitectura,
retablería, escultura, orfebrería y particularmente en pintura un
perfil que definió el carácter mestizo de una tensa y dramática
simbiosis hispanoindígena cuya expresión mayor se manifestó en la
vasta corriente plástica de la segunda mitad del siglo XVII y del
siglo XVIII a la que tradicionalmente se ha llamado como “Escuela