Esta ciudad fortificada rodeada de viñas es una auténtica joya. En
el pueblo de Riquewihr abundan las casas de colores con entramado
con fachadas decoradas con viejos rótulos. Algunas casas están
adornadas con bonitas ventanas saledizas. Las omnipresentes flores
y plantas trepadoras refuerzan el atractivo del pueblo.
(Gracias E de la Puente)