Este encantador pueblo medieval es de los que no hay que perderse.
El puente gótico que atraviesa las aguas del Loir, la ribera plagada
de sauces llorones que invita a la ensoñación, la iglesia románica
con sus espléndidos frescos antiguos, las bonitas casas, las viviendas
troglodíticas y el castillo feudal en ruinas que domina el conjunto
convierten a Lavardin en un pueblo con encanto. Además, este precioso
pueblo figura en la lista de los pueblos más bellos de Francia.
(Gracias E de la Puente)