Valencia arde como tea purificadora: sus gigantescas esculturas grotescas y desenfadadas
son devoradas por un fuego renovador de este Arte tan efímero.
Olor a pólvora y una sinfonía de sonidos ensordecedores dando a los sentidos una sobredosis de adrenalina.
Fiestas únicas en el mundo para vivirlas intensamente.
(Gracias Juan Ruiz Ibáñez)
Fiestas únicas en el mundo para vivirlas intensamente.