Pocos lugares reúnen la amalgama de sensaciones que desprende Tailandia, un país de sonrisas, espiritualidad, vestigios milenarios y playas de ensueño. Bangkok, su capital y puerta de entrada, se rebela como una metrópoli futurista, caótica y energética.
Es difícil escapar de la magia de Bangkok, una de las ciudades más dinámicas del mundo.