Los castillos japoneses fueron construidos como fortalezas principalmente de madera y piedra. Supervisaron sitios estratégicos en áreas como cruces de ríos, puertos o intersecciones. Evolucionaron de empalizadas de madera de los siglos anteriores y llegaron a su forma más conocida en el siglo XVI. En los castillos japoneses vivían principalmente señores feudales, samuráis o miembros de la familia imperial. Solo 12 castillos permanecieron en su forma original en Japón.
