El palacio de Herrenchiemsee es un palacio real erigido por Luis II de Baviera en la isla Herreninsel en el lago Chiemsee, en Baviera, entre 1878 y 1886.
Ante el palacio se despliegan a la manera del absolutismo unos bellos jardines con laberintos, enormes fuentes decoradas, setos recortados y un embarcadero privado.
El palacio de Herrenchiemsee es la última y más ostentosa construcción del Rey Loco.
Luis II de Baviera, un gran admirador del Rey Sol Luis XIV, quiso reproducir con el Herrenchiemsee el palacio de Versalles y erigir así un monumento a la monarquía absoluta.
El palacio, que originariamente iba a ser una réplica exacta de Versalles, consta únicamente del ala principal, ya que Luis II de Baviera se quedó sin dinero durante la construcción y falleció antes de que finalizaran las obras.
