Hace unos 2.000 años se creó un grupo de enormes geoglifos en el desierto de Nazca, en el sur de Perú.
Más de 70 imágenes representan patrones zoomorfos que incluyen colibrí, araña, pez, cóndor, garza, mono, lagarto, perro, gato y humano. Otras formas incluyen árboles y flores. Gracias a su aislamiento y al clima seco de la meseta, las líneas se han conservado en su mayoría de forma natural. Los científicos otorgan un significado religioso a la mayoría de los geoglifos. Los geoglifos del desierto de Nazca fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
